«Nosotros recomendamos las lentillas corneales blandas, en niños desde los cuatro años, en aquellos casos de anisometropías, que la agudeza visual, empieza a disminuir en el ojo peor con gafas. Es en ese momento, cuando empezamos el tratamiento, con lentillas blandas.

Observamos como el ojo con más dioptrías, vuelve a recuperar su buena agudeza visual. Siempre, como es natural, bajo la tutela de los padres, así como el tratamiento higiénico y supervisión nuestra cada seis meses.»

Francisco Caballero Cabañero – Doctor Oftalmólogo – Zaragoza

 

«1.- Si hay clara indicación médica (ambliopías (ojo vago), etc) es claro que hay que usarlas lo antes posible.

2.- La indicación «social» para mejorar la integración del niño en el entorno escolar, la veo más a los 9-10 años que a los 5, aunque sin descartar ésta absolutamente y en todos los casos.

3.- La indicación deportiva lo mismo, aunque se podría adelantar algo valorando el tipo de deporte, la calidad del niño en su practica y sobre todo la madurez del escolar.

4.- En cualquiera de los casos hay que procurar que el niño sea independiente para el manejo de sus lentes de contacto. Por eso creo que, especialmente en edades más tempranas, están indicadas específicamente las lentes diarias que nos evitan posibles contaminaciones por poco rigor en la higiene de manos y estuche.

Espero que con estas líneas quede clara mi opinión.»

José Luis González García – Doctor Oftalmólogo – Salamanca

 

«¿Porque siempre consideramos que “alguien” es demasiado joven para llevar lentes de contacto. Parece que siempre estamos buscando excusas para no recomendar lentes de contacto

  • Es demasiado joven (sin conocer la edad, en muchos casos) …
  • Para qué poner lentes de contacto si la graduación le va a subir …
  • Perderá muchas lentes …
  • El cuidado de las lentes de contacto es complicado ….

Creo que antes de “no recomendar” el uso de lentes de contacto en usuarios jóvenes, deberíamos de hacer algunas reflexiones de orden, profesional, sociológico y psicológico.

  • No hay una edad cronológica para adaptar lentes de contacto, poro si una necesidad funcional y una edad mental.
  • No deberíamos presuponer que porque un niño rompa muchas gafas, será un desastre usando lentes de contacto.
  • En muchas ocasiones, la practica deportiva e incluso de simples juegos en el colegio, supone una dura prueba para niños usuarios de gafas.
  • No deberíamos sumar nuestros miedos a los de los padres, profesores y otros profesionales al uso de lentes de contacto, ya que a lo largo de muchos años, este sistema de corrección óptica, ha demostrado sus ventajas como: mejora de la calidad de imagen, mantenimiento del campo visual, libertad de movimiento etc.
  • Por otro lado, las ideas vertidas por los detractares y que han llegado a convertirse en leyendas urbanas, son fácilmente refutables.
  • El riesgo de infección queda reducido con el uso de las lentes adecuadas a cada caso, los controles periódicos y los reemplazos correctamente realizados, siguiendo las indicaciones exactas de cada laboratorios.
  • El aumento de la graduación se produciría igual con el uso de gafas, e incluso mayor.
  • El supuesto rechazo que aparece con los años de uso, se elimina con el reemplazo correcto de las lentes (pensemos que en muchos casos tenemos usuarios de lentes rígidas que no han cambiado sus lentes en más de 10 años.»

Marisol García Rubio – Óptico Optometrista – COI Centro de Optometría Internacional

 

«La conducta de usar lentes de contacto, en lugar de gafas, para realizar determinadas actividades (deportivas, en la naturaleza, etc. ), en niños de 6-8 años, tiene una muy buena relación costes/beneficios.

El coste económico para su familia es bajo, el de mantenimiento es nulo (las lentes son desechables en un solo uso) y con respecto al avance de su miopía también es nulo (no le perjudica). Sin embargo los beneficios son varios y valiosos para el desarrollo psicológico y social del individuo.

En primer lugar, dispondrá de más actividades a realizar, ya que tiene más libertad de movimientos y  menos peligro a la hora de llevarlas a cabo que con las gafas. Esto debe suponer una mayor motivación hacia dichas actividades que antes realizaría de modo muy esporádico o con miedo a sufrir accidentes. Al disminuirle la preocupación por el estado de sus gafas, se centrará más en la actividad y la disfrutará al máximo.

El incremento en la motivación, más la libertad de movimientos, más el descenso del miedo deben incrementar el rendimiento en las tareas, deportes ,etc.. También aumentará el número de personas con las que interactúe, al no tener barreras a la hora de seguirles en diversas actividades de su vida diaria.

La despreocupación por las gafas no sólo se refiere a accidentes tipo rotura, sino también a pérdidas, arañazos, robos y otras. La responsabilidad y el miedo que inculcan los padres hacia estos aspectos dejaría de existir, permitiendo una relación con ellos más focalizada en los aspectos que produzcan consecuencias positivas.

Como último dato a favor se podría valorar el impacto que el uso de lentillas tiene en  los compañeros y amigos que no precisen corrección óptica, ya que estos no verían como algo que recorte sus posibilidades de relación, en el hipotético caso de la necesidad de uso de gafas en un futuro.

Resumiendo, el uso de lentillas supondría un aumento del número de actividades, del rendimiento, de la motivación y de la sensación de control, junto con una disminución de las instrucciones negativas de los padres y del miedo, todo ello acompañado de un bajo coste económico y poco esfuerzo en el uso.»

Francisco Vidal Mesonero – Licenciado en Psicología y deportista

 

“En la actualidad no existe ninguna razón a nivel de la salud ocular que justifique que un ojo sano, a cualquier edad, no pueda utilizar lentes de contacto.

Hay dos factores importantes que hacen que las lentes de contacto sean mejor opción que la gafa para sus hijos:

  • Seguridad: La lente de contacto es más segura que la gafa para realizar cualquier actividad que requiera libertad de movimientos. Tanto en las actividades deportivas como las de ocio (el patio) el utilizar las gafas es incomodo y puede provocar lesiones; ya no sólo por la rotura del cristal, sino por la misma montura que puede provocar, al recibir un golpe, heridas en la nariz, …
  • Imagen: No porque se vean o los vean más o menos feos, cosa que a ciertas edades tiene mucha importancia, sino porque no se sientan excluidos o diferentes. En el día a día escolar hacen muchas actividades que, por llevar gafas, pueden verse tratados diferentes del resto de compañeros perjudicando su autoestima. Nos guste o no, en la sociedad que vivimos, la imagen es primordial y lo que es peor, la mayor parte de las veces, excluyente.
    Por lo tanto, las lentes de contacto son más seguras y permiten que nuestros hijos puedan hacer las mismas actividades que los demás sin limitaciones.”

Fabio Delgado – Óptico-Optometrista – Cottet Ópticos

 

«Considero una buena idea fomentar el uso de Lentes de Contacto en adolescentes. Las razones son:

  • Seguridad: por materiales, reemplazo y características el uso de Lentes de Contacto no supone en absoluto un riesgo para la salud ocular siempre que se cumplan unos requisitos (calidad del producto, uso adecuado, adaptación correcta, etc). Los nuevos materiales y reemplazos aportan una gran seguridad; la limpieza se ha simplificado enormemente. Estos argumentos pueden exponerse a padres y pacientes en principio reacios.
  • Idoneidad:
    • La visión que proporcionan las lentes de contacto es mejor que la que proporcionan las gafas.
    • Estéticamente son más adecuadas.
    • Deportes: los jóvenes suelen efectuar actividades deportivas que se realizan mucho mejor con lentes de contacto.
    • Complementariedad: el uso de lentes de contacto es complementario al de gafas»

Jordi Uroz – Óptico-Optometrista – General Óptica

 

«Me parece una gran idea las lentes de contacto para niños y adolescentes.

Ahora que estamos tan concienciados de lo importante que es hacer deporte, los que más lo hacen son los niños hasta los 16 años más o menos…. ¿qué solución damos a los niños de esa edad que usan gafas? Unas lentes de contacto especiales para ellos es lo ideal.»

Carolina Rodríguez – Óptico-Optometrista – Visionlab

 

«Mi postura es totalmente a favor de la adaptación de lentes de contacto, podría esgrimir varias razones:

En primer lugar, y para mi la más importante,…¿ por que no ? no hay ningún impedimento de tipo fisiológico, al menos no diferentes a los de las personas adultas.

superada esa primera barrera estaría otra no menos importante, dar más calidad de vida a una persona (niño) que también realiza actividades en las que la gafa no le permite desarrollarse al mismo nivel que sus compañeros: deporte sobre todo.»

Javier González – Óptico-Optometrista – Cottet Ópticos

 

“Las lentes de contacto proporcionan la comodidad necesaria para el entrenamiento de Taekwondo, ya que el uso de gafas dificulta la realización de movimientos rápidos, tales como giros, saltos, etc.

Realmente el uso de lentes de contacto facilita enormemente el entrenamiento y la rápida evolución técnica y física del alumno, además contribuye a que la metodología del entrenamiento sea más próxima a la competición, ya que en la competición de Taekwondo no está permitido el uso de gafas.”

Entrenador Nacional de Taekwondo nº 636. – Cinturón negro 5º Dan. – Presidente del Club de Taekwondo Las Rozas

 

«Lentes de contacto en menores, y POR QUÉ NO?

Razones y no excusas para adaptar lentes de contacto en menores de edad:

  • Edad:

La edad no siempre es la que nos marca el carnet de identidad. La edad la pone fundamentalmente la capacidad de responsabilidad.

Lentes de contacto a un menor de 6 años o menos?. Y por qué no?

Mi experiencia clínica basada en la evidencia de haber realizado, desde el año 1992, más de 4.000 adaptaciones y/o seguimiento de lentes de contacto.

  • Higiene de la lente para evitar complicaciones:

Si un usuario de lentes tiene costumbres higiénicas como lavarse los dientes después de cada comida, lavarse las manos antes de comer, muy probablemente será un buen candidato a cuidar bien las lentes de contacto.

Hay más incumplimiento de las normas prescritas por los adultos que por los menores.

  • Manejo de las lentes de contacto:

Si un menor es capaz de ponerse unos zapatos y atarse el solo los cordones de sus zapatos, en la mayoría de los casos tiene habilidad suficiente como para ponerse él solo una lente de contacto.

  • Complicaciones con las lentes de contacto:

Las lentes de contacto tienen un índice de complicaciones infinitamente más bajo que en la década de los 80,90. Desde la aparición del uso de las lentes de contacto desechables, y mejor toleradas así como materiales biocompatibles, las complicaciones son muy infrecuentes. Aunque en todo momento hay que explicar que ante cualquier situación de dolor, ojo rojo o molestia con o sin lente en el ojo se ponga en contacto con nosotros.

Las lentes que indico en los casos de adaptación en menores es un reemplazo frecuente de la lente de contacto que es desde el reemplazo con lentes diarias a reemplazos máximos de 4 meses.

El hacer revisiones frecuentes, cada 6 meses nos da un control fundamental sobre la salud ocular del menor y un control y posible actualización de cualquier cambio de graduación.

  • Mi experiencia:

A todos los padres les dejo mi tarjeta con mi número de teléfono, igualmente el menor tiene mi número, y le doy la confianza para que me llame ante cualquier tipo de duda. Hay que recordar que actualmente hay muchos menores que tienen teléfono móvil, incluso menores de 8 años. Y aprenden a utilizarlo, y lo manejan mucho más rápido y mejor que incluso algunos padres, madres, y qué decir de abuelos/abuelas.

Hace bastante tiempo que no recibo una llamada de un menor y me cuesta recordar cuál fue la incidencia, y haciendo memoria fue un menor que no sabía si la lente la tenía en el ojo o si la había perdido. Situación que requiere una visita para confirmar que no está en el ojo.

Las lentes de contacto y su uso en menores es una práctica eficaz, segura y predecible para la compensación de la miopía, hipermetropía y astigmatismo. El éxito de la adaptación de una lente de contacto en un menor radica fundamentalmente, como en casi toda práctica clínica, en una adecuada selección del paciente, de la lente a utilizar, del sistema de limpieza y del profesional de la visión formado y preocupado en actualizarse en las nuevas tecnologías y en la detección de una posible alteración de la salud ocular, y fundamentalmente sensibilizado en lo que afectan las gafas para el desarrollo social, emocional con nuestro entorno, amigos, deporte, ocio en edades tan importantes para el futuro como desarrollo personal y autoconfianza-autoestima. Es bien sabido como es de recomendable tener hábitos deportivos desde la infancia para la salud a corto y largo plazo. La obesidad en menores cada vez más habitual e incrementándose, pero es muy difícil que un menor que no ve bien cuando se quite las gafas, siga practicando su deporte favorito, fútbol, baloncesto, kárate etc. Si no ve bien deja de hacerlo.

Las lentes de contacto permiten hacer deportes salvo natación, yo no recomiendo el uso de las lentes de contacto para este deporte, debido al incremento de posibilidades de tener infecciones y/o alteraciones epiteliales al retirar las lentes si no se ha instruido correctamente al usuario, además una sola gota de Cloro provoca que, por la osmolaridad del agua de piscina, la lente quede inmóvil en el ojo y al quitarla haya posibilidades de provocar una alteración corneal.

Las opciones de lentes de contacto son toleradas durante un número de años con comodidad, podríamos decir en líneas generales que durante unos 15-30 años con un grado de comodidad adecuado.

Las alternativas al uso de gafas y lentes de contacto, salvo para oposiciones, nos gusta indicarlas idealmente por encima de los 22-25 años. A un paciente usuario de lentes de contacto se le plantea una intervención con láser u otras técnicas cuando deja de tolerar las LC, con comodidad. En el caso de que eso ocurriera, se han podido utilizar las lentes de contacto en la edad que más nos afecta a nuestro desarrollo personal y nuestro contacto con el mundo y los demás,  cuando somos menores de edad.

Mi experiencia personal, usé lentes de contacto por primera vez con 14 años, y desde ese día me sentí más guapo, y fundamentalmente me sentí igual que los demás, sin gafas. Empecé a jugar al Baloncesto y ya dejé de romper tantas gafas como rompí aquel día que me caí de la bici y casi me tienen que dar puntos por la herida que me hice en la cara. Si tuviera un hijo con 3.5 Dp de astigmatismo como tenía yo, y empezara a realizar un deporte me encantaría poder ayudarle a mejorar su calidad de vida. La independencia de las GAFAS que aportan las lentes de contacto en los menores mejoran su calidad de vida.»

Raúl Gómez – Óptico-Optometrista – Salamanca

 

 

 

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